El gobiero decidió que la subida de combustible va igual, no se tocará el impuesto específico defendido por el Ministro de Hacienda entre 20 y 35 pesos.
Estamos a punto de entrar en crisis y los pelotudos tenemos que seguir pagando un combustible más caro y todos los productos o servicios que dependan de él, o sea a preparar los bolsillos.
Esto es claro, si al país le va bien, los beneficiados son solo los inversionistas y empresarios, si va mal la clase media y la más pobre paga, porque las empresas traspasan el costo de la perdida a sus clientes, así de simple.
Esta nueva forma de gobernar vale hongo. Los grandes pensadores de derecha no son capaces de innovar. No salen del paradigma porque no se les ocurre o no les conviene.